El sistema de apoyo a estos colectivos es amplio y debe cubrir todas las facetas de la vida, siendo el empleo y la participación en la actividad económica, fundamental, ya que las tasas de paro en estos colectivos casi duplican las generales.
Para ello, los presupuestos generales de las administraciones públicas juegan un papel importantísimo. Los presupuestos de la JCCM del año 2025 ascienden a 12.700 millones de euros, con una partida de 1.500 millones destinada a la contratación pública. La normativa en Castilla La Mancha que establece un porcentaje de reserva del 10% para contratos públicos reservados. En el año 2024 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha adjudicado un total de 52 contratos por un importe de 3,3 millones de euros, con el objetivo de seguir aumentando estas cifras en los próximos años.
Los principales retos para las entidades públicas incluyen la planificación de reservas, la formación y sensibilización del personal funcionario, la coordinación entre oferta y demanda, junto con la falta de formalización y registro adecuado de los contratos reservados.
Las personas con discapacidad o en riesgo de exclusión compartieron sus experiencias profesionales y personales ofreciendo una lección de superación, pero también de dignidad y de derechos. Cada historia relatada mostró cómo los contratos reservados no son solo una vía para acceder a un puesto de trabajo, sino una herramienta transformadora que permite construir proyectos de vida autónomos y sostenibles a lo largo del tiempo.
La importancia de la Jornada Compra Pública Responsable ha incidido en cómo mejorar este tipo de contratos. Detrás de ello están los principios y valores de la Economía Social que prima a la persona para, no solo generar un input económico sino valor social a una comunidad al completo. Esta fue la clave del debate, buscando la diferenciación de los centros especiales de empleo de iniciativa social y las empresas de inserción del resto de empresas, en ningún momento buscamos que sean contratos privilegiados, sino reservados por una cuestión de principios. Estas empresas no buscan el lucro legítimo de sus accionistas, sino en de la inclusión de sus empleados en una sociedad más justa e igualitaria.